Escrito por Jurgita Maskeliunaité, voluntaria SVE de Cazalla Intercultural.
9 meses en Lorca. ¿Es poco o es mucho? Ya no lo se…. Para conocer el país es poco, para conocer una ciudad tal vez sea suficiente.
Para enamorarme el país y la ciudad, sí, nueve meses es tiempo de sobra. Para enamorarme de la naturaleza, también. De las playas, y especialmente del mar, de nuevo puedo decir que he tenido tiempo :). Y aquí empieza mi historia en Lorca.
El verano, que en Lorca llega hasta octubre, es perfecto para disfrutar de la costa y del mar Mediterráneo. Aquí he llegado y aquí vivo yo. Y pienso que es mi parte favorita de este país tan grande. Pero Lorca como he descubierto me gusta no solo por el mar, pero por ser una ciudad pequeña, con muchos campos. Se puede parecer un poquito raro pero aunque todos dicen que no hay que hacer en esta ciudad y es un desierto, Lorca es bonita porque es un lugar con mucha naturaleza alrededor y dentro de la ciudad. Y a mí como soy un chica de campo, me encanta vivir cerca del prado,de las montañas, del mar y lejos del bullicio de las grandes urbes.
El primer lugar del que me enamore fue la playa ¨Amarilla¨. Es una de las playas a las que quiero regresar una y otra vez, porque es un lugar muy tranquilo, con poca gente y tiene unas vistas espectaculares. Porque a mi no me gusta estar en las playas llenas de cuerpos quemados, y prefiero las playas más pequeñas y tranquilas, donde te puedes relajar y disfrutar más. Además es una playa bastante diferente porque tiene arena amarilla :), eso me encanta y me recuerda a mi país.
Lo bueno es que no hay que ir muy lejos de Lorca para encontrar lugares bonitos. Por ejemplo, la playa de Hornillo que está en Águilas. Es muy pequeñita, super tranquila, como un oasis, ideal para pasear y explorar. Fue un descubrimientos muy inesperado, pero en el buen sentido. Ahora sé que hay un sitio donde puedo ir cuando quiero independencia, porque no hace falta ir en coche.
Y eso no es todo. Al lado de esta playa está el ¨Balcón del mar¨. Es un viejo ferrocarril que se acaba casi en el mar. Y para explorar más, debajo de este balcón hay un puente viejo, donde los traían carbón para los barcos en los tiempos antiguos.
Solo hay que cruzar la valla para encontrarlo 🙂
Y mi tercer tesoro de Lorca son las Puntas de Calnegre. Es un paraje con varias playas, muy diferentes pero preciosas todas ellas. Hay una playa tan pequeñita que casi nunca hay gente, y si hay, son sólo un par de personas. Y hay rocas, gigantes y maravillosas, resistentes del mar y al tiempo. ¡Y la paella más rica que he probado hasta ahora!
Así he descubierto lugares donde se puede disfrutar de la libertad, el tiempo, el mar y el sol. Mejor dicho, el tiempo allí no existe. En estos lugares he comprendido cuánto aprecio estos pequeños momentos junto al mar y cuánta felicidad me aportan. Y cuántas cosas maravillosas he descubierto en Lorca. Y cuántas cosas más que quiero descubrir, pero me queda poco tiempo. Tal vez lo consiga extender un poco más…
Y en general Lorca esta llena de geocaches*, sólo hay que ir, explorar y descubrir más y más. ¿A quién no le gusta encontrar pequeños tesoricos?
*Geocaching – es la actividad de esconder y encontrar «tesoros» en cualquier lugar, con la ayuda de un GPS. Consiste, por parte de una persona, en esconder objetos en el campo o en la ciudad y posteriormente apuntar las coordenadas geográficas de ese punto mediante un receptor GPS y hacerlas públicas (por lo general en sitios web especializados) para que otras personas puedan efectuar su búsqueda.
Mas inforamción: https://www.geocaching.com/play
ALGUNAS FOTOS